BAGUA, LA OTRA GUERRA: LA DE IMÁGENES Felipe
PERU Y EUROPA MARCHAN POR LA DERECHA Felipe López
¿QUE ROSTRO TIENE LA MUERTE? Felipe López Mendoza
SEÑORA ALCALDESA DE QUINUA Felipe López Mendoza
SEÑORA ALCALDESA DE QUINUA
Felipe López Mendoza
(en diario La Calle, Ayacucho, 13 mayo 2009)
Foto: filippo Bianchi
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l voltear la mirada hacia Quinua desde la jungla moderna de Huamanga, la vemos apenas como algunos puntos rojizos perdidos en las faldas de los cerros. Y lo más visible es la pequeña aguja blanca apuntando al cielo, el famoso monumento.
Ya caminando por sus calles limpias, tenemos la agradable posibilidad de respirar tranquilidad y silencio. En el centro todavía no hay comercios o casas-cajones más altas que la iglesia de una belleza remarcable por el color de las paredes, su escalera externa, su campanario. Desde la plaza principal con su fuente de piedra infelizmente sin agua, todavía se puede ver las alturas de Huamanga sumergida en una neblina de polución.
El obelisco blanco nos espera en medio de la pampa histórica haciéndonos imaginar dos grupos de beligerantes mirándose antes del combate final. El monumento refleja el resultado final, la victoria de unos sobre otros. Pero no nos dice nada sobre la sangre que debe de haber manchado los pastos que hasta hoy siguen verdes. Mucho menos el pésimo monumento en arcilla roja del jinete que mas parece un mono uniformado, montado en un caballo de patas rotas. Estamos seguros que los artistas de Quinua son capaces de realizar otra escultura de mejor gusto que podría hablarnos de los simples combatientes caídos en medio de dolor y gritos que deben haber llegado hasta los cerros vecinos.
La pampa ofrece un horizonte majestuoso que nos recuerda cuan insignificantes somos frente a la naturaleza, y la mirada se pierde en la imaginación hasta la costa. Invito a los visitantes sentarse de espaldas al obelisco y observar en silencio este panorama. La profunda comunión entre el hombre y este espacio es irremplazable; mucho más fuerte que el cemento blanco, piedras y aceros que sirven de decoración para desfiles oficiales.
El camino que nos lleva a la caída de agua instalada en una de las vertientes, sorprende por su limpieza y mantenimiento, sobre todo por la variedad de plantas y flores raras que se ven a los costados. Este recorrido que hace soñar de algo parecido en la Alameda huamanguina, es mucho más vivificante y hermosa que la llamada catarata.
Señora Alcaldesa: todavía es tiempo para que las cosas buenas que ofrece Quinua, no sean aplastadas como en Huamanga, por el caos, ruido, basura, polución, etc. Por ello le ruego:
- No permitir el ingreso de ninguna moto-taxi al centro de Quinua. Si no en poco tiempo les habrán invadido y sufrirán para sacarlos, como hoy en Huamanga.
- Evitar los techos en calamina y prohibirlos francamente en el centro.
- Instalar depósitos grandes de basura en los caminos aledaños estableciendo un día por semana para recogerlos. Hoy vemos bolsas de plástico y botellas disimuladas detrás de los árboles o colgando. Si se respeta el día de recojo y los habitantes son informados, estamos seguros que colaborarán por su propia salud.
- Ver la manera de limitar el perfume que emanan los chanchos al borde de los mismos caminos;
- Encargar a un funcionario municipal impedir que los carros circulen por cualquier parte de la pampa abriendo surcos.
- Prohibir que los visitantes hagan huecos para pachamancas, quemando plantas y dejen sus platos, botellas y basuras.
- Que la pampa no sea un terreno de fútbol dañando irremediablemente los pastos verdes por donde circulan tan armoniosamente las ovejas.
- Conservar la limpieza del camino a la catarata con avisos al visitante de respetarlo y no coger plantas y flores.
Sobre todo los habitantes de Quinua, le agradecerán mejorar aun más la calidad de vida que tienen. El “progreso” no es el ruido ni la basura producidas por una sociedad dicha “moderna”. Es mas bien la tranquilidad dentro de una ciudad respetuosa del habitante y de sus visitantes.
CINE MUNICIPAL: MATINÉ, VERMUT Y NOCHE Por Felipe
CINE MUNICIPAL: MATINÉ, VERMUT Y NOCHE
Por Felipe López Mendoza
iertamente no volverán aquellos tiempos cuando en el CINE MUNICIPAL del Parque Sucre, los fines de semana habían tres funciones de cinema. A las tres de la tarde películas aptas para menores, a las seis para la familia y mayores, y a las nueve se daban cita los noctámbulos de la época.
Los niños, jóvenes o adultos menos afortunados subíamos a la galería, al “gallinero”. Desde ahí, disimulados dentro del grupo anónimo gritábamos para toda la sala, al amigo por su apodo, o del vecino “notable” que nos caía mal, o a la chica de nuestros desvelos. En el colmo de la osadía irrespetuosa, se arrojaban a la platea mensajes codificados o simples bolas de papel. Y cuando había censuras o fallas técnicas, era el momento deseado para gritarle al inocente operador: ¡¡¡¡Mi plataaaa!!!! y otras frases menos delicadas.
A la platea del primer piso, entraban las personas más respetables o serias. Las parejas preferían las dos últimas filas para en medio de la penumbra, intentar confesar amores discretos o imposibles de demostrarlos a la luz del día en calles o plazas, donde de todas maneras todos nos conocían.
Los cinéfilos de la época evidentemente no nos perdíamos ninguna función de las “seriales”, películas de larguísima duración que lo proyectaban un capítulo por semana. Esperábamos ansiosos las siguientes aventuras por ejemplo de “El Llanero solitario”, donde siempre había el “jovincha” (el bueno) y el chistoso. En ese ambiente descubríamos la magia de la ficción, la imaginación o la selva y fauna del África con el “Tarzan” de Johnny Weissmuller, o el mar abriéndose en “Los diez Mandamientos”…
Esta nostalgia, disimula en realidad cierta angustia al no saber lo que en el 2009 llenará este espacio modernizado que al parecer seguirá llamándose Cine Municipal. Evidentemente en estos tiempos de comunicación electrónica instantánea, de DVD, Internet, de 40 u 80 canales de televisión o decenas radio-emisoras locales, el cine en sala oscura ha perdido su atractivo mágico. Este espacio se ha trasladado a nuestros domicilios, y los sueños se han convertido en otros objetos más de consumo.
Hoy, el nuevo Cine Municipal tiene que ofrecer al público de Guamanga, creaciones, reflexiones y espectáculos que no sean justamente de banal consumo y digestión. O peor, actividades de promoción política o comercial. El Cine Municipal debería tener una tonalidad cultural dominante, cultura entendida como generadora de reflexión, de conocimiento; estimuladora del espíritu crítico. Lo cual contribuirá al verdadero desarrollo de Guamanga y de su población hambrienta de ofertas de calidad.
Organicemos recitales de música popular y clásica, con artistas o grupos poco conocidos o estrellas; ciclos de conferencias o cursos para todo público, ¡sin otorgar certificados!; festivales de teatro, cinema; tardes de cuentos para niños y adultos, etc. etc…. Y dejemos la “cultura basura” a las Magalys TV y otros Baylys de polos anaranjados.
SEÑORAS Y SEÑORES TURISTAS: Por Felipe López
SEÑORAS Y SEÑORES TURISTAS:
Por Felipe López Mendoza
(En diario La Calle, Ayacucho 8.04.09)
a “CIVDAD DE GVAMANGA”, como escribía en 1615 nuestro paisano Don Phelipe Guaman Poma de Aiala en su NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO, les da la bienvenida en sus calles, templos, plazas, caminos, carreteras, barrios y casonas.
El mismo Guamám Poma de Aiala ya decía que los naturales de esta ciudad “...son muy noble gente y pulidos y cristianícimos y harán limosnas a los pobres de Jesucristo y favorecerán a los pobres pecadores.” Ciertamente que la globalización nos ha hecho mas “modernos”, pero infelizmente no menos pecadores. A diferencia de 1615, en este 2009 ustedes encontrarán a Huamanga en bullicioso proceso de mutación acelerada, pasando de una pequeña urbe provinciana, a una ciudad que aun no logra digerir ni convivir con la invasión salvaje de todo tipo de máquinas ruidosas y humeantes.
Los tradicionales rituales de semana santa que ustedes desean ver, acompañar y comprender, atrae igualmente a muchos “turistas” que buscarán apropiarse de vuestros bienes al menor descuido.
Por ello, amigos turistas que han venido desde Lima, Huancayo, Huanta, Argentina, Estados Unidos o Italia, afín de que vuestra estadía transcurra lo más agradablemente posible, les rogamos prestar atención a lo siguiente:
1.- Les pedimos disculpar a los inescrupulosos negociantes de transportes y de alojamiento que aprovechan de una santa semana para “robar”, bendecidos y cobijados bajo el dogma de la nueva religión llamada “libre mercado”;
2.- En las procesiones religiosas habrán pocos fieles, pero muchísimos curiosos y visitantes como ustedes tomando fotos, y amigos de lo ajeno “cuidando” de vuestros bolsillos u objetos de valor;
3.- El hecho de ser visitante o turista no les otorga derecho a comportarse como si estuvieran en vuestras chacras donde pueden hacer lo que deseen;
4.- Los habitantes de esta muy noble y leal ciudad Huamanga no son servidores de los caprichos de ningún visitante foráneo ni nativo huamanguino que vuelve de Miami o Trujillo;
5.- Entre los residentes de Huamanga tendrán contacto con habitantes que no hablan vuestro idioma, quienes merecen la misma consideración por parte de todos los visitantes;
6.- Las calles o plazas huamanguinas no son bares abiertos ni urinarios públicos para nativos de esta comuna o turistas.
En fin, estamos seguros que se llevarán simpáticas y pintorescas fotografías de nuestras calles o casonas, así como de cientos de personas cargando andas iluminadas en medio de cohetes y bandas, arrastrando al pasar, alfombras de aserrín, yeso y algo de flores.
Dichos recuerdos fotográficos ciertamente serán mostrados en vuestras casas de Lima, Cusco o Australia como distracción en una cena familiar o entre amigos, ya lejos de los aborígenes de Huamanga. Nosotros nos quedaremos en medio del ruido, caos, humareda y demás bellezas habituales como corresponde a una “Cuna de la Libertad Americana”, o a la “Capital de la Artesanía Peruana”… Hasta la próxima Semana Santa amigos turistas.
MUSEOS Y MEMORIAS AYACUCHANAS (Felipe López en
MUSEOS Y MEMORIAS AYACUCHANAS
(Felipe López en diario La Calle, Ayacucho, 25 03.09)
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n este país que “avanza blindado frente a la crisis internacional”, la palabra MUSEO ha ocasionado urticarias y cólicos en primeros o segundos ministros, en jerarcas de la iglesia oficial o dirigentes políticos. En sus arrebatos y contorciones para “argumentar” su oposición a un Museo de la Memoria, estos personajes que tienen el poder real o simbólico, han dejado escapar cual fétidos olores, sus pensamientos más oscuros, profundos y verdaderos.
Esto ha llegado inclusive hasta los delicados y cultivados olfatos de alguien de sus propias filas: a Mario Vargas Llosa quien escribió para los diarios El País, El Comercio y otros, un artículo como raras veces lo hace. Es decir desnudando la mediocridad e incultura de nuestros dirigentes político-religiosos.
MUSEO, para los que nos gobiernan y sus acólitos, sería apenas un lugar de depósito de objetos o pinturas bonitas para vanagloriarse de cierto pasado. Un depósito polvoriento con guardianes que se aburren cuidando espacios vacíos de público, hasta que el alboroto de una ceremonia oficial de auto-promoción y fotografías de algunas autoridades los despierte.
Que un Museo propicie la reflexión, el análisis, o permita ver los mecanismos visibles y ocultos de la producción de objetos que siglos después aun sorprenden, escapa al entendimiento de los que dicen “El Perú no necesita Museos”. Que un MUSEO sirva para comprender una etapa histórica del país, que revele los mecanismos y actores que hicieron posible que grupos de paisanos nuestros hayan dado rienda suelta su bestialidad, es para dichos personajes, insoportable.
Para ellos, Museo es una mala palabra a prohibir. Un lugar que no debe de existir. Prefieren que el público que los ha elegido, vaya entusiasmado a los circos “modernos” que son los estadios de fútbol. Ahí podrán olvidarse de su pasado, presente y futuro mientras dure el partido. Podrán vibrar y gritar: GOOOL!!! Y de yapa, gracias al olfato empresarial del que hace poco fuera candidato regional en la lista de los actores y responsables de hechos nada gloriosos de nuestra historia reciente.
Y en nuestro paisaje huamanguino, la palabra Museo también ha sido sacada de los archivos olvidados para salvarlo de las aguas usadas, interesadas solo en el lucro inmediato. A muchos dueños de bancos o ferreterías que circulan en estas acequias de salvación al gusto de alanes, ciprianes o flores de araoz, evidentemente no les interesan las memorias ni los museos. El reciente despertar de los huamanguinos para que los objetos guardados en el Museo Cáceres no sean botados a la calle, es un gesto que anuncia cierta toma de consciencia. Que no todo está permitido a la globalizada ley sagrada, de la oferta y la demanda al mejor postor de cualquier bien privado o público.
Al parecer por el momento los objetos que transmiten una parte de nuestra historia seguirán en la hermosa casona colonial que los alberga. Sin embargo este esfuerzo será incompleto o apenas un saludo dominical a la bandera, si luego no se restaura e implementa decentemente en este local, un verdadero Museo que no sea tan solo un almacén de algunas joyas de la familia custodiadas por uniformados. Tiene que ser un espacio vivo y dinámico. Se tiene que explicar por ejemplo que pasó en esa época y porqué dichos objetos y personajes “merecen un Museo”.
PAISAJES LIMEÑOS Por Felipe López Mendoza Diario
PAISAJES LIMEÑOS
Por Felipe López Mendoza
Diario La Calle, Ayacucho11.03.2009
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n este fin de verano 2009 la capital respira y transpira no tanto el calor del sol, sino ese bochorno típico de las grandes ciudades producido por gases de motores, pistas y muros de cemento recalentados. A lo cual hay que agregar la transpiración de cuerpos y mentes de transeúntes estresados por el ruido permanente del caos vehicular y por la necesidad de sobrevivir en un país “que avanza”.
Siendo imposible escapar a esta realidad, hay que buscar algunas islas donde respirar aires más benévolos o escuchar un poco de silencio. De los variados remansos que deben de existir en la urbe limeña, comparto con ustedes algunos donde he podido refugiarme con placer:
EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA “APU” de Rodrigo Otero. Conmovedoras imágenes de la inmensidad y presencia de las majestuosas montañas que nos rodean: los APUS de Ancash, Huancavelica, Ayacucho o Cusco. La técnica de juntar varios pedazos de fotografías para mostrar una sola montaña, las hace más verídicas y menos decorativas o bonitas fotos de paisajes. Consigue hacer respirar la fuerza de la naturaleza. (Sala Luís Miró Quesada. Detrás de la Municipalidad de Miraflores. Hasta el 15 de marzo).
CENTRO CULTURAL DE LA UNIV. SAN MARCOS. Varios patios acogedores donde aislarse del mundanal ruido del centro de Lima. Espacios que hasta hoy invitan a la reflexión, a la creación, haciéndonos comprender porqué en estos recintos se gestaron tantos escritores.
Esta Casona acoge “Producto Peruano”, exposición de pinturas y otros objetos de una potencia perturbadora de nuestro paisano Fredy HUAMAN. Sus pinceladas fuertes, que giran alrededor de verdaderas wawas de todos santos representando cabezas de nuestros difuntos y desaparecidos, retratan lo que el poder oficial de hoy no desea ver “ni en museo”.
JARDINES Y AMBIENTES DEL “HOTEL ESPAÑA”. Igualmente en el centro i cercana a una de las avenidas limeñas más ruidosas y caóticas donde las máquinas aplastan a la fragilidad humana, se encuentran unas acogedoras e inmensas paredes de plantas y flores delicadas. Sus ramas cual cabellos verdes colgando inclusive hacia la calle, pareciera que quisieran susurrar al apurado transeúnte o chofer sudoroso, que la belleza y fuerza de la naturaleza perviven para compartir con los seres aun sensibles, su serenidad y victoria sobre la simple utilidad del cemento.
Gracias al esfuerzo de sus propietarios: Raquel, que contribuye así a mantener transitable el puente entre su país vasco español con estas tierras aun inhóspitas, y Manuel Chávez, paisano nuestro, el “Hotel España” ofrece a sus huéspedes, ambientes dignos de escenarios de películas donde se cultiva la belleza. A lo cual son muy sensibles los innumerables visitantes de Australia, Lituana, Polonia o Brasil, quienes circulan cual actores de ciencia ficción.
“PERIODISMO BAJO TERROR. Ayacucho en tiempo de guerra”. Estando divorciado de esa ventana o hueco rectangular llamado televisión por donde entran mayormente malos aires, pude leer casi íntegramente este libro de la noruega Aase HJELDE, catedrática de Periodismo que desde 1985 realiza investigaciones en el Perú. Libro publicado por la Univ. de San Marcos que nos hace comprender mejor la naturaleza del trabajo de los periodistas ayacuchanos en medio de la guerra que se vivió mas intensamente aquí. A leer necesariamente por todos los profesionales de la información. (Hoja de Ruta, suplemento cultural del diario La Calle, les ofrecerá en su próximo número, la introducción del libro).
MURIERON PARA VIVIR… Los asesinados de
MURIERON PARA VIVIR…
Los asesinados de Huancasancos
Por Felipe López Mendoza
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as entrañas de nuestra tierra, sustento de la vida, siguen devolviéndonos a hermanas y hermanos asesinados y ejecutados por otros seres bestializados por el uniforme o la impunidad que se les otorgó.
En tiempos no muy lejanos que pareciera no habrían existido, los hermosos paisajes de Huancasancos fueron salvajemente manchados con el dolor y la sangre de sus pobladores; muchos de ellos solamente por el hecho de encontrarse en el camino de los “dueños de la vida” o porque la edad y el rostro de otros correspondían a la imagen del enemigo a eliminar que les inculcaron.
26 años después, luego de un admirable trabajo de varias voluntades comprometidas con la dignidad como la COMISEDH, nuestros paisanos vuelven a existir y vivir para sus familias y todos nosotros. Reaparecen para acompañarnos y decirnos: “Ayer fuimos asesinados anónimamente, nadie nos quiso ver. No existíamos. Como a otros miles, un día nos torturaron, nos violaron, nos mataron; nos enterraron en medio de la noche; nos negaron y olvidaron todos estos años. Hoy volvemos a vivir, comenzamos a existir en las noticias y conciencias. Tuvimos que esperar 26 años para vivir, como nuestros hermanos de Putis o de La Hoyada. Los que aun siguen enterrados en tantas otras fosas a lo largo y ancho de nuestras montañas, continuarán esperando para existir…”
Esta imagen de un sistema u orden social donde “para existir hay que morir, o que deben morir… para vivir”, lo retomo de lo escrito por otro desconocido nuestro, el sub-comandante Marcos dirigente de un vasto movimiento socio-político de México. El analiza que muchísimos indígenas de Chiapas comenzaron a existir o volver a tener vida, después de haber comenzado a perderla. En efecto, la prensa mexicana y mundial se interesó en ellos, a partir de enero 1994 cuando tomaron y ocuparon varias municipalidades. A partir de esta fecha se publicaron noticias o fotografías de ese pueblo. Sobre todo si eran de cadáveres.
Si nos detenemos a ver nuestra propia lectura de los últimos dramas del mundo, ¿podemos decir que conocíamos algo de la existencia, del sufrimiento y de la vida diaria en Irak, Gaza o Palestina? ¿No fue ya después de la invasión de Irak por soldados norteamericanos y los miles de muertos, que este pueblo comenzó “a existir” para nosotros? ¿No ha sido la otra invasión, la destrucción y muerte de más de 300 niños por Israel que nos han hecho descubrir al pueblo de Gaza?
Teniendo como testigos a los hermanos de Huancasancos que esta semana vuelven a existir, preguntémonos como el sub-comandante Marcos: ¿Qué tipo de sistema es este en el cual vivimos? ¿Sistema que admite a poblaciones enteras en la “modernidad” únicamente bajo una forma particular: cuando están muertos?
(en diario La Calle, Ayacucho 11.02.09)